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Dolencias

Trastornos psicosomáticos

Quizá a usted le han dicho que es “un poco hipocondríaco”, o que “para mejorar de esas diarreas que sufre de vez en cuando, tendría que cambiar su forma de tomarse la vida,…”. O tal vez le llama la atención que para “su” cefalea, el médico le prescriba un antidepresivo además del acostumbrado analgésico… Usted entraría, pues, en el grupo de personas que padecen un trastorno psicosomático ó, como se dice ahora, “que tiende a somatizar”.

 

Dijo el psicoanalista Henri Ey: “La historia clínica es la historia del paciente y no solamente de su enfermedad”.

 

Según esto, este epígrafe debería llamarse MEDICINA PSICOSOMÁTICA.

 

Los que la llamamos así entendemos que MEDICINA PSICOSOMATICA es una actitud que necesariamente un médico, da igual la especialidad que tenga, debe tener ante su paciente. Es la actitud que tiene en cuenta no solo la dolencia concreta, sino también los factores psicológicos y psicosociales que favorecen el que una predisposición a enfermar de lugar a la aparición de una enfermedad.

 

Podremos utilizar fármacos, técnicas psicoanalíticas, cognitivo-conductuales o de relajación, según el nivel que queramos abordar. Pero, sin duda, debemos atender (y entender) a un paciente con un sufrimiento psicológico (con un sufrimiento escondido en algún rincón de su alma) pero que lo muestra en su piel, en su corazón, en sus bronquios, en su pelo,… ¿No ha pensado usted alguna vez que las personas con las que habla de su malestar muchas veces minimizan ese sufrimiento? Realmente solo podrá entenderlo quien lo ha padecido como usted o quien le ha escuchado con la intención de conocer realmente qué le ocurre.

 

Tal vez este sea su caso.

 

 

Dra. Gracia Sáez Busto